lunes, 18 de marzo de 2013

maNChas de CaFé




Dudas con manchas de café. 

Café de tres de la madrugada de un martes ácido que se hinca en el estómago. 
Estómagos empachados de satisfacciones de oro plástico y cartón piedra.

                                    Piedras, con las que tropezar descalza, que salto sin tan siquiera 
                                  mirarlas, evitando sentirlas, sin rasguños abiertos, sin olor a caricias.

Dudas con manchas de café y sabor a nunca. 

Dudas escritas tras la frente, efímeras como una calada de victoria previsible, suspendidas solamente una noche en el universo neuronal de mi talento perdido.

Dudas con manchas de café que apestan a hijos que no acaban de nacer y pudren las entrañas, a las tres de la madrugada, de este martes ácido

y de cualquier otro martes

siendo de nadie

sin hacer a nadie.