Huele a vacío
no es a hueco
ni a ausencia
es a suave nada.
No es a miedo
ni a quietud muda
es olor a mesa sin sillas
a un teatro sin butacas.
Vacío
ese aroma
a no esperar
con ansia de animal en celo
... a no engancharse
con una esquina de la nostalgia
el vestido de mañana.
Huele a vacío
a sin tí
a sin aquella mi
que tanto amamos
Huele a nadie
pero a nadie libre.
Porque al fin y al cabo
en un teatro sin butacas
la función no es devorada
ni prostituida por aplausos.
Y en el mantel con aroma a vacío
de mi mesa de los nadies
puedo poner cuantas sillas quiera
y servirme de comida.
2 comentarios:
En tu línea: magnífico.
Un descubrimiento sensacional tu blog....
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