Quisiera que fueras mentira
que no fueses
pues no
hallo otro modo
de respirar mañana.
Me encantaría que no me hubieses encontrado
que nuestros deseos no se hubiesen conocido
siempre extraños
siempre ausentes…
pero eres
y estás
y estás
Y queriendo no anhelarte
te permito
deshacer mi piel entre tus manos.
Con la redención de una vela
que para iluminar
que para iluminar
debe aniquilar su cuerpo
con ardiente mecha
hasta ese último aliento
con ardiente mecha
hasta ese último aliento
en el que ambas mueren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario