viernes, 2 de diciembre de 2011

Ójala no fueses...


Quisiera que fueras mentira
que no fueses
pues no hallo otro modo 
de respirar mañana.



Me encantaría que no me hubieses encontrado
que nuestros deseos no se hubiesen conocido 
siempre extraños
siempre ausentes…


pero        eres

y estás

Y queriendo no anhelarte
te permito deshacer mi piel entre tus manos.
Con la redención de una vela 
que para iluminar 
debe aniquilar su cuerpo 
con ardiente mecha

hasta ese último aliento 


en el que ambas mueren.

No hay comentarios: